A medida que el año astrológico comienza con el ingreso del Sol en Aries, su posición exaltada en este signo nos inspira a empoderarnos con nuestra autonomía y soberanía. Esta energía nos anima a erguirnos altos y afirmar nuestra individualidad.

Durante la semana pasada, la conjunción del nodo norte y Quirón en Aries proporcionó un ambiente poderoso. Ahora, Mercurio en su fase pre-sombra se une a esta alineación, iluminando nuestra inteligencia y ayudándonos a obtener una comprensión más profunda de las raíces de nuestros trigereos y heridas. Reflexionar sobre preguntas como, '¿Cómo reacciono cuando estoy herido?' y '¿Qué es lo que más me duele?' nos permite tomar conciencia de nuestras heridas emocionales y cómo influyen en nuestro comportamiento. Esta autoconciencia nos empodera para someternos a una transformación y evolucionar a nivel personal. Al tomar conciencia de las raíces de nuestras heridas más profundas, podemos elegir no identificarnos demasiado con ellas y simplemente observarlas como advertencias o recordatorios. Todavía podemos decidir seguir adelante sin esperar lo peor, sino sumergiéndonos en lo desconocido y dando a la vida el beneficio de la duda. El resultado esta vez podría ser diferente, sin importar cómo sea, siempre es lo que necesitamos en el momento. Permítete tomar decisiones desde un lugar de esperanza y no de miedo.

Con el nodo norte de la evolución en Aries, el enfoque está en la auto-descubrimiento y la autoafirmación. Reconocer nuestras heridas y trabajar a través de ellas abre el camino para la evolución personal y la alineación con nuestro verdadero propósito. La comunicación efectiva de nuestros sentimientos y heridas fortalece nuestras conexiones con los demás y enriquece nuestras experiencias interpersonales. Expresa lo que realmente deseas y define lo que la integridad y dignidad significan para ti.

A medida que el Sol se alinea con Neptuno en Piscis y hace sextil con Plutón en Acuario, nuestra imaginación y coraje se encienden, impulsándonos a encontrar nuestro lugar en la sociedad y a apoyar causas sociales. Este impulso, que se ha estado construyendo desde la última temporada de eclipses, está alimentando un impulso colectivo por la justicia, simbolizado por Marte en Acuario. No se equivoquen, el sur global ya está radicalizado, pero el norte global está comenzando a darse cuenta de que sus nociones de sus gobiernos, aunque cometen algunos errores y supuestamente procuran paz y progreso para el mundo, son falacias. Es dentro de ellos y sus convicciones que impiden la evolución del mundo. La violencia y el sufrimiento en el mundo provienen de la falta de voluntad del norte para renunciar a sus privilegios y mentalidad colonial. El consumismo, la codicia, la glotonería y el sadismo mórbido son las piezas fundamentales del colonialismo occidental.

Mientras tanto, Venus se encuentra con Saturno en Piscis, y estamos haciendo un compromiso profundo con nosotros mismos al permitirnos nutrir el amor estableciendo límites saludables y necesarios. Así como el equinoccio significa un equilibrio entre la luz y la oscuridad, estamos encontrando equilibrio en nuestras relaciones y navegando la fina línea entre los sueños y la realidad. Esta alineación fomenta la compasión y nos invita a conectarnos con el ámbito espiritual a través de una práctica disciplinada.

A medida que nos acercamos al eclipse de Luna Llena en Libra el 25 de marzo, se nos insta a dejar atrás relaciones o patrones relacionales que ya no sirven a nuestra evolución. Esta temporada de eclipses ofrece oportunidades para resolver lazos y contratos kármicos, despejando el camino para nuevas conexiones y experiencias. A medida que estas alineaciones celestiales dan forma al paisaje del nuevo año astrológico, emergen temas clave: valor para enfrentar la injusticia, honrar nuestros sueños y creatividad, liberarnos de antiguas dinámicas relacionales y abrazar la transformación personal mientras avanzamos hacia la autenticidad.

Con Amor,